Respecto al comentario 73, la mejor manera de provocar una diarrea, muchas veces fatal, a cualquier bicho que no sea un ternero, es darle leche de vaca. He visto crías de corzo y ciervo desarrollar gastroenteritis muy serias por ese motivo. Los gaticos alimentados con leche vacuna,y otros carnívoros, lo pasan aún peor, ya que la leche de esas especies no contiene azúcares y ellos no los toleran. En aves, he visto una parálisis de buche en milano negro (uno de los bichos más guarros y duros que existen), porque alguien se lo llenó de leche, que fermentó, se pudrió, y se armó la de dios. Respecto a las culebras lactantes, la carencia de paladar blando, innovación éste de los mamíferos, precisamente adaptada a la lactación, hace que las coanas queden sin tapar en el techo de la boca y, por tanto, sea imposible para un reptil practicar la succión, al no poder hacer el vacío en la cavidad oral, es por tanto imposible que un reptil, y la mayoría de las aves, salvo Columbiformes (cuyos pichones succionan "leche de paloma" del buche de sus padres) chupen, un pezón o lo que sea.
El chotacabras recibe su nombre castellano de la misma crencia, así como el nombre latino (Caprimulgus) e italiano (succiacapre), debido a su enorme cavidad oral y a su costumbre de sobrevolar las majadas de noche (para capturar los insectos atraídos por el estiércol), pero también es imposible que pueda succionar las ubres de las reses. Ni él ni las serpientes, por otra parte, podrían digerir el producto de tal hazaña, morirían miserablemente entre retortijones.
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