Paleontologia
Los actuales monos tienen cerebros relativamente grandes en comparación con lo que cabria esperar para un mamífero típico. Los cerebros de los prosimios, como los lémures, suelen ser bastante menores. Suele pensarse que los monos adquirieron durante su evolución un gran volumen cerebral (y una gran inteligencia) al adaptarse a una vida diurna y muy social que requeriría una mayor potencia para procesar nuevos estímulos e información.
Pero hace ya algunos años que existen buenas razones para rechazar esa hipótesis. Los monos más antiguos tenían cerebros diminutos. El estudio* de un cráneo completo de
Aegyptopithecus zeuxis (30 millones de años) lo ha confirmado. El
Aegyptopithecus era un catarrino, más emparentado con el hombre que con los monos americanos. El macho era bastante más grande que la hembra, lo que indica en los primates un estilo de vida social, formando parte de grupos numerosos. El desarrollo del córtex visual indica que se trataba de un primate con visión aguda y de hábitos diurnos. Y, sin embargo, el cerebro era sorprendentemente pequeño y escasamente "avanzado" (con un lóbulo frontal poco desarrollado) comparado con sus parientes actuales.
El
Aegyptopithecus prueba que se puede ser un mono típico en diferentes aspectos sin necesidad de un cerebro expandido. Otros antropoides fósiles de cerebro pequeño**, como el
Parapithecus, fortalecen esta nueva hipótesis. La rama evolutiva del
Parapithecus es aún más antigua, pues surge antes de la separación entre platirrinos (monos del nuevo mundo) y catarrinos (monos del viejo mundo, simios y humanos). Su cociente de encefalización es, también, similar al de los lémures.
Los nuevos datos sugieren, además, que el cerebro creció independientemente en al menos dos linajes de primates antropoides (representados por las áreas grises en la imagen). No se sabe aún por qué evolucionó de ese modo, pero lo hizo tanto en América como en el Viejo Mundo. Se ha sugerido que también los prosimios actuales (lémures, tarseros) tienen el cerebro algo expandido respecto a sus primitivos ancestros. Si esto se confirma finalmente, tendríamos aún más aumentos independientes de la capacidad craneal en los primates. ¿Por qué?
Cráneo de
Aegyptopithecus hembra
Más información:
Mundo Neandertal,
National Geographic,
New Scientist
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*Elwyn L. Simons, Erik R. Seiffert, Timothy M. Ryan, and Yousry Attia. 2007. A remarkable female cranium of the early Oligocene anthropoid Aegyptopithecus zeuxis (
Catarrhini,
Propliopithecidae). PNAS published May 15, 2007, 10.1073/pnas.0703129104.
Abstract
**Elwyn L. Simons. 2001. The Cranium of Parapithecus grangeri, an Egyptian Oligocene Anthropoidean Primate.
Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, Vol. 98, No. 14 (Jul. 3, 2001).
2007-05-16 | Haz un comentario (hay 88)
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De: Jorge |
Fecha: 2008-10-31 23:22 |
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Hola, me han dado el link de esta página, y me he 'acercado'. Me gustaría intercambiar opiniones sobre esta expresión que he visto, relacionando el tamaño del cerebro:
"El Aegyptopithecus era un catarrino, más emparentado con el hombre que con los monos americanos."
La Ciencia ha puesto en conocimiento de todos, que cada actividad biológica es una función que antes ha sido establecida en el ADN. La morfología, la actividad neuronal, las miles de proteínas implicadas... todo está debidamente inscrito, secuenciado y codificado, a manera de programa, en la instrucción genética que aparece en los cromosomas.
De modo que me parece que, antes de emparentar a monos con hombres, debería explicarse como se reprogramaron todas las instrucciones para que el ADN del mono, pasara a ser el del humano, proveyendo a este de la capacidad de discernimiento, comunicación de palabra, raciocinio, posición bípeda... todo lo que lo diferencia de un simio.
Ya sé que lo que se enseña en las aulas es que los humanos comparten un 98% del ADN con los chimpancés, pero también sé que esto no es exactamente tal como se cuenta. Se partió de la parte secuenciada del genoma humano que codifica para proteína [exones] y esto corresponde solo al 5% del genoma; por tanto hay un 95% [la inmensa mayoría del ADN] que fue descartado, considerándolo como 'basura evolutiva' o el 'residuo' de los cambios de unas 'especies en otras'.
Sin embargo, estudios del Stanford University/UCSC, arrojan que ese 95% despreciado, en realidad tiene gran importancia como 'controlador'. Por ejemplo, allí se descubrieron instrucciones que fijan la expresión diferencial de los genes. También otros trabajos recientes han descrito reguladores, verdaderos interruptores biológicos que determinan funciones importantes como apoptosis, reparación tisular, funciones de regulador transcripcional...
Por otra parte, la técnica para comparar las distintas secuencias hombre-chimpancé, fue la de ‘hibridación del ADN'. Se usaron pequeños filamentos con secuencias de ADN, extraidas del núcleo celular, se separaron de otros componentes nucleares, y se cortaron en pequeños fragmentos de unos 500 nucleótidos. Pero el ADN humano, en específico, cuenta con 3 000 000 000 pares de bases [seis mil millones de bases nitrogenadas, que dan lugar a la misma cantidad de nucleótidos]; por lo que en realidad, el ADN que se comparó, y que dio lugar al famoso acercamiento genético entre hombres y chimpancés, no representó más que el 0.0000083% de todo el ADN nuclear.
No creo que ese dato constituya un apoyo 'científico' para hermanarnos con otra especie, pues se ha obviado el 99.9999917% del genoma total. Más bien me parece que fue un apresurado trabajo de laboratorio dirigido en la dirección de apoyo a aquello que se necesitaba obtener, para confirmar la 'fiabilidad de la teoría de la evolución de las especies'.
Por lo que creo que cualquier trabajo de comparación de cráneos, considerándolos como consecuencia evolutiva, resulta en una osadía comparable a la que se llevó a cabo cuando se habló de los órganos vestigiales que nunca lo fueron, y a los que la Ciencia les ha ido asignando sus respectivas funciones en el organismo; o con la precipitación en declarar un 95% de la información contenida en el ADN como 'restos de la evolución', mientras que también los científicos están demostrando cada día nuevas funciones codificadas por esa 'importante y voluminosa' cantidad de datos desechados a priori, con mucha prisa, y sin mesura científica.
Gracias por la oportunidad de debatir con respecto a esto.
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