Prensa y divulgacion
Ruse: Filosofía de la Biología
La Biología se considera a menudo una ciencia menor, bastante alejada de la Física en cuanto a "grado de cientificidad". Pero hay quien no acepta que la ciencia pueda tener "grados": o es, o no es. Blanco o negro.Antes de leer La filosofía de la Biología de Michael Ruse*, yo tenía una opinión más o menos formada acerca de las diferencias entre ésta y la �reina de las ciencias�. Resumo:
- La Biología es claramente una ciencia, ya que utiliza constantemente y con éxito el método hipotético-deductivo experimental;
- Debido a la mayor proporción de labores descriptivas y clasificatorias en la Biología, y a una menor matematización o formalización, puede considerarse que su �grado de cientificidad� es menor que el de la Física.
- Mientras que la Física produce Leyes universales y necesarias, las �leyes� de la Biología son locales y contingentes (se refieren a la vida en nuestro planeta, que podría haber sido de otra manera, y es concebible que en otros planetas la vida pueda tener otros sistemas de herencia, de metabolismo, etc. muy diferentes). Por tanto, no quizá no deberíamos llamarlas �leyes�.
El último punto es el que tuve que reconsiderar en mayor medida tras leer el libro de Ruse. Utiliza la Teoría Sintética de la Evolución para refutar, entre otros, los argumentos de Smart, y sostener la tesis de que la Biología sí tiene leyes del mismo tipo que la Física. Especialmente ilustrativa me parece la comparación entre la ley del equilibrio de Hardy Weinberg (el punto de partida de la Genética de Poblaciones) y la Primera Ley de Newton. Ambas tienen en común que realmente no dicen gran cosa (simplificando burdamente, ambas afirman que si no se producen influencias sobre un sistema, no aparecen cambios en ese sistema). Pero ambas sirven como base para deducir y construir otras leyes. Esto convierte a la Genética de Poblaciones en un �sistema axiomático genuino�.
No es ésta la única tesis del libro en cuanto a la equiparación de la Biología con la Física. En su lucha argumental con Smart, Ruse ataca en lugar de defenderse. Argumenta que, aunque es cierto que las leyes biológicas no son universales ¡muchas leyes físicas tampoco lo son! Con esta táctica, Ruse consigue de nuevo establecer que las diferencias entre física y biología ni son cualitativas ni son tan abismales como sostienen otros.
Varios autores han cuestionado la cientificidad de lo que puede considerarse la base de la actual Biología: la Teoría Sintética de la Evolución. De nuevo confrontando sus tesis con las de otros autores, Ruse refuta la principal y más dolorosa crítica: el supuesto carácter tautológico de la idea de selección natural (Popper incluso negó que la teoría de la evolución fuera científica basándose en este argumento, aunque posteriormente reconoció su error). La refutación de Ruse es convincente pero quizá le falta algo de fuerza. El argumento de la tautología puede refutarse de un modo más tajante, mediante la separación de los conceptos de eficacia biológica y de aptitud.
Ruse se opone a Beckner, quien sostiene que la teoría no está organizada jerárquicamente, sino que consiste en una familia de modelos interrelacionados. Critica asimismo a Goudge por confundir la teoría de la evolución (mecanismos) con las descripciones de las trayectorias históricas seguidas por los grupos evolutivos (filogenia). Gran parte de las críticas a la Teoría Sintética parecen provenir de interpretaciones equivocadas de ésta o de confusiones, aunque, por supuesto, no todas.
La parte del libro dedicada a la taxonomía o la clasificación de los seres vivos, es una confrontación entre el punto de vista evolutivo-clásico (que tiene en cuenta el parentesco, el controvertido "grado evolutivo", y una buena dosis de tradición) y el de la �escuela fenética� (que pretendía una mayor objetividad al utilizar "a lo bestia" grandes cantidades de datos). Pero ese debate tiene escasa actualidad: hoy en día domina la taxonomía cladística, basada exclusivamente en la filogenia. Si no me equivoco, aún no se había desarrollado cuando Ruse escribió esta obra, y soluciona varios de los problemas que se mencionan (aunque probablemente crea otros nuevos). ¡Estamos hablando de un libro cuya primera edición es de 1973!
Finalmente, Ruse trata el delicado asunto de la teleología, es decir, el hecho de que las estructuras biológicas pueden entenderse en términos de aparentes finalidades u objetivos. Sus ideas pueden resumirse así: la Biología soporta un fuerte elemento teleológico, ya que son comunes las explicaciones que se refieren al futuro (por supuesto, sin presuponer la existencia de causas futuras, científicamente inaceptables). Este elemento no está presente en las ciencias físicas, y a los científicos no biólogos les puede resultar chocante o "poco serio". Las explicaciones que los biólogos dan en referencia al tiempo futuro lo son, en general, sobre las funciones de los seres vivos; sobre las adaptaciones. En la ciencia biológica puede hablarse sin tapujos, según Ruse, de �fenómenos dirigidos a un fin�.
A mí no me parece muy adecuada esta forma de expresión: puede provocar demasiadas confusiones. Preferiría decir �fenómenos aparentemente dirigidos a un fin�.
Ruse argumenta que este �aroma teleológico� puede ser eliminado de la Biología, pero no puede ser traducido. O sea, podemos sustituir las explicaciones teleológicas por otras no teleológicas, pero éstas serían diferentes a aquéllas, y no, simplemente, las mismas explicaciones dichas de otro modo.
Hummm.... Pienso que las explicaciones teleológicas suelen ser formas de expresarse económicamente, que en la Biología pueden sustituirse siempre por parrafadas no teleológicas (y menos chocantes para otros científicos) pero mucho más tediosas. Cuando Ruse afirma que no son traducibles, pienso que no aporta una argumentación adecuada.
No hace mucho se tradujo otra obra de Ruse**, con el subtítulo ¿Es la evolución una construcción social?. Tiene bastante miga. Este señor tiene otros libros sobre filosofía y teoría de la evolución que no están traducidos al español. Sin duda merecen la pena, así que intentaré conseguirlos. Ruse no usa trampitas retóricas: juega limpio. Me parece magnífico el modo vehemente y honesto que tiene de defender sus posturas mientras hace divulgación.
© El Paleo-freak
*Michael Ruse, La filosofía de la biología 1990. Alianza.
*Michael Ruse, El misterio de los misterios 2001. Metatemas.
2003-01-21 | Haz un comentario (hay 23)
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