Prensa y divulgacion
Dragons II
Según comentan en la Dinosaur mailing list, el documental sobre dragones científicamente apañados de la historia anterior ya se emitió en Alemania en diciembre del año pasado.Al parecer, los creadores se han apropiado de ideas sobre la fisiología dragontina procedentes de la literatura de fantasía, sin reconocer explícitamente el mérito de sus autores (¿quizá en los créditos?). El vuelo facilitado por cámaras inflables de gas en el interior del cuerpo del dragón es un invento de Gordon R. Dickson, mientras que la reacción química que permite la exhalación de fuego es muy similar a la que describe Anne McCaffrey en sus libros.
Todo el documental trata los dragones como animales reales, descubiertos y reconstruidos por la ciencia. En ningún momento se avisa al espectador de que lo que está viendo es pura fantasía o, como mucho, ciencia-ficción.
Tampoco nos avisaron en Caminando entre Dinosaurios, pero ahí la licencia artística estaba plenamente justificada. El aspecto y la conducta de los animales representados se basaba en algunas especulaciones, sí, pero el rigor científico pesaba mucho. Y, lo más importante: los dinosaurios fueron seres reales, no fantásticos. En Caminando entre Dinosaurios desaparecían los típicos expertos posando al lado de esqueletos y comenzando sus frases con "no sabemos realmente cómo..." o "Mi hipótesis es que...". Los dinosaurios actuaban directamente, como en un documental sobre leones y gacelas.
Esos expertos sí aparecían y esas prudentes explicaciones sí se daban, sin embargo, en Futuro Salvaje (The Future is Wild). En aquella otra serie los animales eran científicamente plausibles, pero totalmente inventados, y el espectador recibía constantes pistas de ello. No había intención, ni tampoco manera de dejarse engañar, por mucho que uno quisiera.
En Dragons se ha optado por repetir el formato de Caminando entre Dinosaurios y no el de Futuro Salvaje. Muchos espectadores quedarán, como mínimo, confusos, y los más crédulos terminarán convencidos de que los dragones de la mitología medieval (y otros, incluido Nessie) fueron seres tan reales como los Diplodocus o Triceratops. Cosa que, desde hace tiempo, llevan diciendo los magufos en sus libros y revistas sobre misterios inventados.
2005-02-10 | Haz un comentario (hay 243)
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