Teoria de la evolucion
Gafitas de sol
La humanidad puede dividirse de múltiples y arbitrarias formas. Aquí va una más:a) Están las personas que no entienden la evolución por selección natural
b) Están las que entienden el concepto de selección natural, pero no su alcance y su capacidad de explicación.
c) Finalmente, estamos los que hemos visto la luz.
Un profesor mío vio la luz de golpe y porrazo, cuando leía un libro de Richard Dawkins (probablemente El Relojero Ciego). Fue, según nos contó, una experiencia intelectual sobrecogedora. (¡Por Seismosaurus, no confundamos esto con la experiencia religiosa! El creyente iluminado puede tener una poderosa sensación de haber Entendido Todo, pero sólo ha sido eso, una sensación. Su sabiduría no se ha incrementado lo más mínimo, como demostrará la sarta de estupideces que repetirá tras la revelación: obviedades, juegos de palabras, filosofía ramplona, mandatos caprichosos -constrúyeme un templo justo ahí, propaga este signo-, insultos a la inteligencia... excepto, claro, para la inteligencia de sus pobres seguidores).
Este profesor comprendió de repente (y realmente lo comprendió), cómo es posible que tantos animales irracionales se comporten de una forma tan lógica y aparentemente inteligente, previniendo hambrunas, asegurando el futuro de las crías tras su propia muerte, recorriendo miles de kilómetros a ciegas para reproducirse o alimentarse... Y cómo es posible que los seres vivos, con sus complejos y bien ajustados órganos y mecanismos fisiológicos, aparenten haber sido diseñados... sin haber sido diseñados.
La misma revolución que se produjo en la Biología en el siglo XIX, tras la publicación de El Origen de las Especies, ocurría ahora en la cabeza de mi profe. Tantos misterios resueltos de repente le produjeron una euforia y actividad indescriptibles. Devoró toneladas de libros y artículos, y cambió el rumbo de su principal línea de investigación en robótica e inteligencia artificial.
Por el contrario, en mi cabeza, la lucecilla se debió de encender tan despacio y tan gradualmente que no recuerdo el acontecimiento. La sensación que tengo, obviamente falsa, es de haber entendido de qué va la cosa desde "siempre".
Las personas del primer tipo son, desgraciadamente, mayoría. Quizá les suena o tienen una vaga idea del asunto: "ah, sí, eso de la supervivencia del más fuerte", pero su concepción, si es que existe, es errónea.
Las del segundo tipo conocen la definición de selección natural, pero no les sirve para nada. "Entiendo el concepto... ¿y bien?". No son capaces de utilizarlo, de sacar nada provechoso. A veces se acercan al primer tipo de personas, ya que lo que han comprendido es una versión demasiado limitada (o limitadora) del concepto. La selección natural se convierte en algo obvio, que ocurre necesariamente en el mundo natural, pero que no altera el estado de las cosas; no produce nada. Otro fenómeno, por supuesto misterioso, ha de encargarse en su lugar. Tienen, por tanto, la firme convicción de que falta algo importantísimo en la teoría de la evolución, y se sorprenden de que otros estemos, en general, tan contentos y satisfechos con ella. Otras veces, un rechazo psicológico sin fundamento racional les bloquea. Ven la selección natural como algo "negativo". Su cerebro la relaciona con la muerte, la guerra, el fascismo... Así, es imposible.
¿Qué ocurre con el tercer tipo? ¿Somos más listos que los demás? Creo que no. Hay personas inteligentísimas estancadas en la segunda categoría, o en la primera. Nosotros hemos tenido suerte: hemos dado con buenas explicaciones (otros sólo leyeron el nefasto ejemplo de aquella polilla británica; selección en una sola etapa, inútil para comprender la evolución de un instinto o un hígado). Quizá hemos tenido una base previa necesaria. Son frecuentes las dificultades para aceptar que algo complicadísimo como el ojo humano puede evolucionar por selección, pero se esfuman echando un vistazo (valga la rebuznancia) a la increíble diversidad de ojos que existen en el reino animal y muestran casi todos los grados de complejidad y de eficiencia posibles.
De todas formas, algunos de los que han "visto la luz" se deslumbraron tanto que quedaron un poco cegatos. Sólo ven selección natural. Todo es selección natural. Cae un asteroide y se incendian los tiranosaurios por selección natural. Tenemos dos manos y no 12 por selección natural. Pongo un blog como consecuencia de la selección natural. Me rasco la nariz en este mismo instante porque ese comportamiento ha sido seleccionado. En fin: gafitas de sol para los ultradarwinistas.
© El PaleoFreak
2004-10-14 | Haz un comentario (hay 16)
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